LA HISTORIA DE BUGATTI

En 2019, la marca de automóviles Bugatti celebró su 110º aniversario. Fundada en 1909 por el industrial franco-italiano Ettore Bugatti, ha cimentado su éxito en la audacia de sus constructores y las prestaciones deportivas de sus coches de carreras.

Ettore Bugatti nació el 15 de septiembre de 1881 en Milán, Italia, en el seno de una familia de artistas transalpines. A los 14 años le regalaron un triciclo a motor, que modificó. Fue entonces cuando descubrió su pasión por la mecánica.

A los 20 años construyó su primer coche, el Bugatti Type 2. (4 cilindros, 3000 cm3 para 60 km/h con una caja de cambios de 4 velocidades + 1 marcha atrás). Presentó su creación en la exposición de automóviles de Milán, donde ganó una medalla. En esta ocasión, un industrial alsaciano, el barón de Dietrich, se fija en él y le entusiasma.

En 1902, la empresa alsaciana De Dietrich le reclutó como asociado para diseñar coches con Amédée Bollée, uno de los pioneros del automóvil, y Émile Mathis, responsable de la comercialización. La empresa Dietrich Bugatti se traslada a Niederbronn, a 50 km al norte de Estrasburgo. Ettore mejoró su Bugatti Tipo 2, y más tarde diseñó y produjo los Dietrich Bugatti Tipo 3, Tipo 4, Tipo 5, Tipo 6 y Tipo 7, de los que se vendieron unos 100.

En 1904, De Dietrich dejó la industria del automóvil. Ettore Bugatti se unió a Emile Mathis para continuar la aventura. Por aquel entonces, Mathis fabricaba coches populares en serie bajo su propio nombre en Graffenstaden, a 10 km al sur de Estrasburgo.

En 1907 se separó de su socio Mathis para dedicarse a los coches deportivos y de prestigio y se asoció durante un tiempo con el fabricante de coches Deutz en Colonia (Alemania). Con Deutz, diseñó los Bugatti Type 8 y Type 9, pero sin éxito comercial. Al mismo tiempo, creó el Bugatti Type 10 en el sótano de su casa, un purasangre de competición de 1,2 litros y 12 caballos.

Ettore Bugatti era un idealista, impulsado por una búsqueda insaciable de la belleza. Era un genio inventivo y visionario, y un pensador de vanguardia con un fuerte gusto artístico. Su lema sigue siendo famoso: «Nada es demasiado bonito, nada es demasiado caro».

El único hijo de Ettore, Jean, nació el 15 de enero de 1909. En diciembre, Ettore fundó su propia marca Bugatti en Molsheim-Dorlisheim, en Alsacia (entonces Alemania), a 20 km al oeste de Estrasburgo, y se instaló en una suntuosa villa.

De joven, Ettore involucró a su hijo en sus investigaciones y le introdujo en el funcionamiento de la fábrica. Jean trabaja desde muy temprano con su padre en la oficina de diseño de la empresa.

A los 18 años, Jean no sabe nada de la construcción de coches y participa en el desarrollo de los motores. Era ingeniero mecánico, pero también diseñador, fabricante de coches y piloto de pruebas de fábrica. A partir de 1930, impuso sus ideas, por ejemplo la adopción de un doble árbol de levas en el tipo 35, un chasis rebajado, frenos hidráulicos, etc.

Posteriormente, registró numerosas patentes.

Rápidamente demostró tener el mismo talento artístico que su padre. En 1936, su padre le dejó voluntariamente al frente de la empresa, que entonces empleaba a 1.400 personas, y se marchó. Bajo la dirección de Jean Bugatti, de 26 años, se desarrollaron los tipos de dos levas. Jean Bugatti también fue responsable del diseño y la construcción de barcos de carreras y del avión que batió récords.

Los historiadores coinciden en que su mayor talento fue sin duda su capacidad estética. Jean diseñó un centenar de las carrocerías más elegantes que jamás adornaron un chasis Bugatti, y varias de las obras maestras de la marca: el Bugatti Royale «coupé del jefe», el primer Bugatti «Royale» cliente, el diseñado por Henry Esders, el Bugatti T46 «Petite Royale» semiprofundizado y el Type 55 Roadster, el Bugatti Aérolithe y el Bugatti Atlantic coupés sobre chasis Type T57. Sin lugar a dudas, se trata de los más bellos coches deportivos y de turismo de antes de la guerra, señala el el concesionario Crestanevada de coches de segunda mano Barcelona.

Ettore prohibió a su hijo ser conductor. Se consuela probando prototipos y coches de carreras. Desgraciadamente, el 11 de agosto de 1939, a las 10 de la noche, mientras Jean ponía a punto, a gran velocidad, en una carretera vigilada de Duppigheim, los reglajes de un modelo de tanque 57-G que iba a participar en el Gran Premio de La Baule, se encontró con un ciclista que le bloqueó el paso. Para evitarlo, chocó contra un plátano. Jean Bugatti perdió la vida a los 30 años, a 10 km al este de la fábrica de Molsheim-Dorlisheim. Esto supuso una tragedia para su padre y la fábrica de Bugatti, que nunca se recuperaría.

La muerte de Jean Bugatti, seguida de la Segunda Guerra Mundial y las dificultades económicas de la posguerra, llevaron a la empresa a su fin. La muerte de Ettore Bugatti el 21 de agosto de 1947, sin sucesor, hizo que la marca se convirtiera en una leyenda como pionera de una determinada idea del automóvil elitista.

El renacimiento de Bugatti tuvo lugar en 2005. Como filial del grupo automovilístico VAG-Volkswagen, el nombre de la marca fue recuperado. La nueva empresa Bugatti, fiel a su imagen de marca del siglo anterior, siguió produciendo sólo modelos excepcionales y elitistas, como los fabulosos Veyron y Chiron. La aventura continúa…