Nadie pone en duda que el secuestro de carbono sea posible, ni que sea beneficioso para el medio ambiente; el debate se centra más en la eficacia relativa del sistema.
A su favor hay que decir que es un principio fácilmente aplicable. Las empresas acudirán gustosamente al mercado de compensación de carbono y no tendrán que gestionar ellas mismas los proyectos. Al mismo tiempo, cada uno puede hacer un esfuerzo por su cuenta, sin pasar necesariamente por el mercado creado por el acuerdo de Kioto.
Además, no todos los ecosistemas tienen el mismo valor ecológico (aunque sea una noción compleja de definir). No se trata de plantar al azar. Con el tiempo, las técnicas se perfeccionan. Por ejemplo, recrear biotopos ricos en insectos y animales será mucho más ventajoso desde el punto de vista ecológico; los beneficios de la agro silvicultura en particular (que pretende combinar la actividad agrícola con la plantación de árboles) son ahora reconocidos y fomentados por los organismos oficiales.
En concreto, ¿cómo puede compensar su huella de carbono?
La compensación de emisiones de carbono no resolverá por sí sola el problema del calentamiento global. Sin embargo, es una de las herramientas de las que disponemos para luchar a diario. Esta herramienta se activa fácilmente, para particulares, empresas y Estados… Un breve tratado de buenas prácticas.
Compensación de carbono para una empresa
En primer lugar, la empresa debe calcular sus emisiones de gases de efecto invernadero en tres ámbitos: el funcionamiento diario de la empresa (calefacción de los locales, iluminación, etc.), la fabricación del producto y el ciclo de vida del producto (incluido el reciclaje). Estas emisiones deben convertirse en equivalentes de CO₂.
Compensación de carbono para particulares
¿Y los individuos? El enfoque es similar al de las empresas, aunque no siempre sea tan fácil hacer un seguimiento de todas sus emisiones de carbono a escala individual… Si su objetivo es la neutralidad en carbono, lo más sencillo es realizar el mayor número posible de acciones ecológicas en el día a día para reducir su huella, como elegir productos sostenibles y/o reciclables, bajar la calefacción o limitar su consumo digital. Sobre todo, marque la diferencia evitando los viajes en avión y favoreciendo los viajes locales.
Por último, no olvidemos que la mejor manera de limitar nuestras emisiones de carbono es reducir nuestro consumo de energía, y utilizar energía verde siempre que sea posible, puntualiza MLG Electrosolar.